A un ritmo social y solidario, la Transpirenaica llegó a destino final

La Transpirenaica es una caminata de 800 kilómetros a través de los Pirineos, picos ubicados de la parte norte al este de España. Forjándose como meta recorrerlos en seis semanas, la Fundación Formación y Trabajo (FIT), convocó a organizaciones sociales, instituciones, emprendedores/as, empresas y sociedad civil. El trayecto sería entre el 14 de junio y el 25 de julio, tiempo en que se caminaría desde el Cabo Higuer en el océano Atlántico, País Vasco, hasta Cadaqués, ubicado en el mar Mediterráneo, específicamente en Cataluña. Sin duda una cruzaría los hermosos y retantes paisajes de Navarra, Aragón, Lérida, Cataluña y Andorra.

La Transpirenaica Social y Solidaria, iniciada en el 2013, es un proyecto iniciado por un grupo de amigos aventureros y comprometidos políticamente en la puesta por la trasformación del mundo. Entre ellos se destaca Ignasi de Juan, referente del CEAAL en Europa, quien no dudó un minuto en extender la invitación a esta experiencia por la vía de las redes sociales. Desde el Colectivo de Puerto Rico, la organización La Nueva Escuela, acudió al llamado. Los objetivos por visibilizar la inclusión social y laboral de l@s jóvenes, favorecer su autonomía y trabajando por la búsqueda de soluciones para vencer la exclusión, nos animaron de inmediato. Entendíamos que semejante iniciativa en efecto podría servir de herramienta para la sensibilización, la unión y la cohesión social, aspectos necesarios para la liberación de nuestro Pueblo así como la justicia social, y que tan erosionados está en las generaciones más jóvenes. En este sentido, identificamos en la Transpirenaica un espacio para forjar iniciativas, dar a conocer nuestras luchas y aportar en las de l@s demás participantes.

En total, participaron de la caminata un total del 50 jóvenes, emprendedores, empresas, instituciones del Estado, organizaciones sociales y sociedad civil en general. Uno de los valores más importantes que permeó la experiencia fue la consideración, la ayuda mutua y el respeto. Siendo un clima intergeneracional armonioso, cada caminante decidía cuánto tiempo quería participar y hasta dónde consideraba posible su propio caminar. Siempre existieron los planes A, B y Z, puestos sobre la mesa ante quienes calibrábamos la dureza de los senderos. Como no podía participar durante las seis semanas, decidí integrarme en las últimas dos, en calidad de representante del Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe.

Para mi, mujer negra y joven, participar de esta experiencia me permitió contar con un mundo en el que las fronteras pueden hacerse a un lado para compartir las experiencias de educación popular desde otras latitudes. Como puertorriqueña, participar en un evento como este es sin duda una oportunidad para validar nuestro derecho a la autodeterminación como Pueblo. Como representante del CEAAL, fue un acto de re-afirmación latinoamericana y un espacio más ocupado como caribeña.

El primer día fue duro y el plan B fue necesario. El segundo día bajaba a un ritmo excelente, con una profesora del Colegio Sagrado Corazón. Compartíamos sobre nuestras experiencias de vida, la lucha de Puerto Rico y nuestros propios procesos personales cuando un grito me sacudió. Tardé pocos segundos en darme cuenta de que lo había emitido; minutos más tarde Ignasi confirmó mi pié torcido. Afortunadamente pronto nos recogerían en vehículo y todo el mundo se solidarizó con mi nuevo paso de tortuga. Siguiendo el consejo de un gran caminante, regresé a Madrid a descansar el pie y a domesticar las ganas de retornar. Principalmente, interesaba participar del Foro a realizarse en Núria, relacionado a la educación transformadora. Por desgracia no pude hacerlo, pero disfruté las narraciones de los compañeros y lo publicado en la prensa. Aún rememoro la experiencia con mucha gratitud y nostalgia.

Cada pieza de este rompecabezas fue clave, viniendo en la forma de gente increíble e historias interminables. Las piezas también vinieron en la forma de nuevas relaciones, refugios muy hospitalarios, colaboraciones presentes y futuras, calidez, apertura, respeto, participación y solidaridad. En fin, una caminata con la intención puesta en la palabra y en el verbo. Un esfuerzo individual, sólo posible colectivamente. Su última etapa concluyó en Cadaqués, España. El alcalde de Cadaqués, junto a amig@s, empresarios, emprendedores, profesionales, el Ajuntamiento de Cubelles y la Casa Portuguesa cerraron con pasteles de nata lo que sin duda fue un trayecto trascendental para casa uno de nosotr@s.

Como miembro del CEAAL, el poco tiempo que pude participar me permitió atestiguar la forma en la que las geografías escarpadas nos ayudaron a estrechar vínculos hacia una meta común. En este sentido, y como expresó el gran Ignasi “ hemos cumplido nuestro reto: hacer de la montaña un espacio social”. El 2013, fue un año para poner a prueba las sendas y los climas. El 2014 fue el año de afianzar los contactos colaboradores, fijar los ritmos adecuados y aclimatar el ambiente de solidaridad y participación. Con la idea en marcha y los pilotos cumplidos exitosamente, esperamos con ansias el 2015. Será el año en que quienes se entusiasmaron puedan integrarse y en el que nuevos retos sociales tendrán en los Pirineos, su espacio de encuentro. El verdadero camino apenas comienza.

Por: Kamil Gerónimo

CEAAL, Puerto Rico
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Fin

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