Mujer y Vivienda

 

La vivienda en un derecho humano reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos desde 1948 y en la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Sin embargo, hoy día, tener un techo en el que vivir supera la simple tenencia de cuatro paredes y un techo que habitar. Hoy hablamos de que la vivienda sea adecuada a las necesidades de quienes la habitan, segura, con iluminación y ventilación suficiente. También se habla de que ejercer el derecho implica que nuestra vivienda esté accesible a los servicios que necesitamos, que podamos participar en la toma de decisiones sociales, políticas, ambientales y económicas que pudieran afectar nuestros techos y sobretodo que tengamos seguridad en la tenencia del espacio en el que descansamos y recargamos energías para dinamizar la vida.

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Sin embargo, hace exactamente un año se publicó en el principal rotativo del país que: «Tiene rostro femenino el desahucio de viviendas en Puerto Rico». En aquél entonces se narraba como » el aviso llega y advierte que se inició un proceso para que desocupe la vivienda. La mujer, quien prefirió hacer la compra y atrasar varias veces el pago de la renta, ahora también se angustia porque su prole pueda quedar sin un techo que les resguarde. No comparte con otros su miedo y preocupación por temor a que su desgraciada situación la lleve también a perder la custodia de sus hijos.» Desde nuestra experiencia profesional podemos reconocer que este no es un caso particular, sino uno de muchos que ocurren a diario en este país donde el desahucio parece ser eminentemente femenino. Tal vez la gota que colme el nivel de angustia que esta realidad genera, fue el caso de la mujer que justo el día en que sería desahuciada en el municipio de Vega Baja, decidiera quitarse la vida.

Según estadísticas ofrecidas por la Coalición de Apoyo Continuo a las personas Sin Hogar en San Juan el 76% de las personas que buscaron ayuda de un programa federal para quienes están a punto de perder la casa eran jefas de familia. Este panorama nos lleva a preocuparnos como profesionales pero también a ocuparnos de esta violación e identificar cuantas alternativas sean posibles a diversas escalas y escenarios para poder acompañar a las mujeres a ejercer dignamente su derecho al techo.

A continuación compartimos varios recursos e iniciativas para poder articular una acción profesional que responda por el derecho a la vivienda. La idea es que puedas acceder los recursos provistos a modo de formación profesional. Por otro lado, sabemos que el tema de vivienda nos impacta a diario. Si conoces historias de vida que merezcan ser difundidas para ayudar a crear conciencia y visibilizar la urgencia de políticas sociales que respondan a esta cuestión puedes escribir a observatorioviviendapr@gmail.com

Finalmente, si interesas facilitar talleres, recibir adiestramiento, desarrollar proyectos o integrarte a esta discusión a nivel nacional, no dudes en escribir a la dirección provista. ¡Tu formación y apoyo a esta causa abonará a la semilla que intentamos regar para que ejerzamos dignamente el derecho al techo en Puerto Rico!

Proyectos Internacionales que pudieran implementarse para investigación-acción:

Respuestas en la Isla, instancias de acción social y denuncia pública:

Instancias de servicios a la población del Gobierno:

Programa Emergency Solutions Grant (ESG) que dispone de limitados fondos para prevención de  desahucio, administrado por el Departamento de la Familia

Proyectos ante el Senado:

La senadora Margarita Nolasco encomendó un estudio sobre la situación de jefas de familia en riesgo de perder su vivienda. A mayo 2015, la Comisión de Asuntos de la Mujer y la Comisión de Vivienda del Senado presentaron un informe en el que recomiendan a los departamentos de la Vivienda y de la Familia a actualizar sus datos sobre los procesos de desahucio para determinar su impacto en las jefas de familia. Además, instaron a la Oficina de la Procuradora de la Mujer a hacer un estudio sobre la realidad y necesidades de las mujeres en el país.

Nota redactada por Kamil Gerónimo para el Colegio de Profesionales del Trabajo Social de Puerto Rico, mediante una iniciativa de la Comisión Permanente de Acción Social para la Defensa de los Derechos Humanos y la Inclusión con motivo de la Campaña de 16 días de activismo contra la violencia de género.